Retrasos, retrasos y más retrasos

Cada vez es más frecuente que las compañías retrasen sus títulos sin ton ni son. Son retrasos que, aunque no nos va la vida en ello, estoy seguro que más de uno se acordará de la madre de otro por cambiarlas fechas que previamente se habían anunciado a bombo y platillo.

Como durante esta semana han sido varios los títulos que hemos conocido que no iba na salir en la fecha prevista, aquí os hago una pequeña recopilación para que no digáis que no os cuido:

• Mirror’s Egde (EA): a diferencia de las versiones de Xbox 360 y PS3 que han salido esta semana, los usuarios de PC tendrán que esperar un par de meses, ya que el título se ha movido a enero de 2009.
• Prince of Persia (Ubisoft): uno de los títulos más esperados por todos es, sin duda, éste. Mientras que para consolas saldrá el 4 de diciembre, la versión para ordenador saldrá una semana más tarde, es decir, el 12 de diciembre.
• GTA IV - Contenido descargable (Take Two): como ya os anunciamos, aún se desconoce la fecha de lanzamiento del DLC (Downloadable Content, es decir, contenido descargable) para Xbox. Tenéis toda la info. aquí, aunque parece que podría llegar en enero de 2009.
• GTA Chinatown Wars (Take Two): fuentes de la compañía han declarado que este juego para Nintendo DS llegará entre febrero y abril del año próximo, en lugar de en enero, como estaba previsto.

Junto con éstos, hemos sabido en las últimas semanas que títulos como Silent Hill o el eterno Home de Sony -aunque éste último es ya un clásico- no llegarán a tiempo para la fecha que se anunciaron. Censura en algunos títulos y retrasos varios se están convirtiendo en una constante entre las compañías del sector. Corrijanme si me equivoco al decir que o bien las compañías no saben controlar sus propios procesos de desarrollo o es quizás que se dedican a anunciar juegos sin tener claro su fecha de finalización o a sabiendas de que no llegarán a tiempo.

Sea el caso que sea, es un poco vergonzoso, pero bueno, como siempre, seguiremos tragando con lo que nos digan, sin protestar, calladitos y con esa postura de conformismo que han logrado que adoptemos.