Una semana más, cientos de neuronas menos

Dura semana ésta que comienza... Sin duda, después del fin de semana el lunes es mortal, pero si a eso le sumas el cansancio generado tras vivir una boda vasco-finlandesa-sevillana (deberían incluirlo en la Wikipedia como "partido de riesgo"), la mezcla es explosiva.

Sí, señores, sí. Una boda como la que he tenido el sábado cansa a cualquiera, hasta a mi mismo. Aunque el magno evento ya apuntaba maneras, nunca pensé que llegaría a niveles tan altos (de juega y momentos etílicos).

Pero como a nadie le amarga un dulce, os diré que celebraciones con mezclas culturales -que aparentemente no tienen nada que ver- pueden dar mucho de sí. Ahora, mientras los felices Mikko y Natalia estarán rumbo a Italia, el resto de los invitados tendremos que recuperarnos durante la semana del viaje de regreso, de las agujetas, de estar sin voz, de estar en una maratón como esa durante 13 horas de juerga y de que la Real sigue en Segunda otro año más.

A pesar de todo, ayer domingo al levantarme, quería más caxondeo, que diría mi respectiva. Somos masocas, de eso no hay duda.

Ahora... que comience la semana informativa :)